miércoles, 3 de abril de 2013

El dilema de Heinz.


       El otro día en clase el profesor nos expuso un dilema, llamado dilema de Heinz, que hacía cuestionar el concepto de justicia de una manera peculiar. El dilema permite observar dicho concepto desde dos puntos de vista diferentes, donde eligieras la opción que eligieras estarías siendo justo para uno de los bandos e injusto para el otro. Este dilema muestra la complejidad de la justicia y nos advierte de que llamamos justo a lo que nos conviene pero no siempre es justo para las demás personas. Así pues, os dejo el ya mencionado dilema:

Una mujer que padece un tipo especial de cáncer y va a morir pronto. Hay un medicamento que los médicos piensan que puede salvarla; es una forma de radio que un farmacéutico de la misma ciudad acaba de descubrir. La droga es cara, pero el farmacéutico está cobrando diez veces lo que le ha costado producirla. El compra el radio por $1000, y está cobrando $5.000 por una pequeña dosis del medicamento. El marido de la enferma, el señor Heinz, recurre a todo el mundo que conoce para pedir prestado el dinero, pero solo puede reunir $2500 (la mitad de lo cuesta). Le dice al farmacéutico que su esposa se está muriendo, y le pide que le venda el medicamento más barato o le deje pagar más tarde. El farmacéutico dice: "No, yo lo descubrí y tengo que ganar dinero con él". Heinz está desesperado y piensa atracar el establecimiento y robar la medicina para su mujer.
- La educación moral, L. Kohlberg (1994).


      Reflexionemos sobre el problema pequeños pous, como el psicólogo Lawrence Kohlberg pretende que hagamos. Para deliberar de una manera favorable sobre el dilema os dejo una serie de preguntas que debéis formular y responder:

      ¿Debería Heinz, el marido desesperado, robar la medicina? Y si realmente no está enamorado de su esposa, ¿Debería robarla aún?, e incluso si no conociera a la persona enferma ¿Debería arriesgarse a robarla?.

      ¿Estaría Heinz actuando incorrectamente al robar la medicina? Y el farmacéutico, al negarse rotundamente, ¿Estaría actuando injustamente o con maldad?. 

      ¿Vosotros robaríais la medicina?. ¿Juzgaríais a un amigo vuestro que la robara para su esposa? Y si vosotros fuerais la mujer enferma, ¿Dejaríais que alguien cercano se expusiera a que lo detuvieran para salvaros la vida?. 

     Si os sirve de ayuda un ejemplo para reflexionar sobre el asunto os ofreceré lo que yo haría; Si es extremadamente complicado infiltrarse en la farmacéutica y sustraer la medicina solo me arriesgaría si verdaderamente siento algo por la persona a la que estoy salvando, ya que no me importaría arriesgar mi vida si así salvara la de la otra persona. Si a la persona que intento salvar simplemente le tengo aprecio, intentaría robar la medicina pero no con tanto anhelo, quiero decir, que si el farmacéutico protegiera realmente bien la medicina lo intentaría pero sin arriesgarme tampoco la vida. Ya si la persona no la conozco, intentaría robarla si estoy casi o totalmente segura de que puedo hacerlo sin que me atrapen, me gustaría ayudarle pero no puedo exponerme a años de cárcel por un desconocido. En cualquiera de los casos, si llevo a cabo la operación y hurto la medicina tendría la decencia de dejar todo el dinero posible al farmacéutico e ir pagando la deuda poco a poco. Si el farmacéutico es rico me pensaría eso de arruinarme por pagarle todo el débito, la mitad si eso...

       Espero que hayáis meditado sobre el contenido de mi entrada, y si os sirve de algo en la vida cotidiana, mucho mejor. Un saludo. 



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